L (4).png

LULU MAGAZINE

Síguenos en

Melatonina contra la endometriosis

Melatonina contra la endometriosis

La endometriosis es una enfermedad ginecológica que ocurre cuando el tejido que recubre el interior del útero prolifera fuera de éste y se adhiere a otros órganos. Estudios recientes muestran que la melatonina puede incidir sobre los mecanismos que producen la enfermedad, lo que abre las puertas a futuros tratamientos

A la melatonina se la conoce coloquialmente como la hormona del sueño, pues ejerce un papel muy relevante en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Pero, además, tiene una gran actividad antioxidante.

.La endometriosis es una de las enfermedades ginecológicas más comunes, según indican los especialistas del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver. Asimismo, la Fundación Americana de Endometriosis estima que esta enfermedad afecta a unos 200 millones de personas en el mundo y subraya que para muchas mujeres el diagnóstico tarda una década en llegar.

Esta patología “consiste en la aparición y crecimiento de tejido del endometrio (el revestimiento interno de la cavidad uterina) fuera del útero, en la cavidad abdominal”, detalla Jan Tesarik, director de la clínica MAR&Gen de Granada (España).

REFLUJO.

El especialista explica que dicha proliferación de las células endometriales fuera del útero “provoca una reacción inflamatoria crónica, que causa dolor en el abdomen y en la región lumbar, a menudo relacionado con el acto sexual (dispareunia) o la menstruación (dismenorrea). También se producen sangrados menstruales anormalmente abundantes (hipermenorrea), sangrados de procedencia uterina fuera de los periodos menstruales (metrorragia), ausencia menstrual (amenorrea) y trastornos intestinales (diarrea, estreñimiento o dolor al defecar)”.

Durante la menstruación, el tejido endometrial se evacúa normalmente por vía vaginal. Sin embargo, una parte puede fluir en sentido contrario, invadir las trompas uterinas y penetrar en la cavidad abdominal. Foto: Sergio Barrenechea

Durante la menstruación, el tejido endometrial se evacúa normalmente por vía vaginal. Sin embargo, una parte puede fluir en sentido contrario, invadir las trompas uterinas y penetrar en la cavidad abdominal. Foto: Sergio Barrenechea

“La endometriosis suele aparecer en la región pélvica, en los ovarios, en la vejiga urinaria o en el intestino. Es poco frecuente fuera de la cavidad pélvica, aunque se han descrito casos aislados de endometriosis que afecta a los pulmones e incluso al cerebro”, apunta Jan Tesarik, director de la clínica MAR&Gen de Granada (España).

“Por lo general, la endometriosis suele aparecer en la región pélvica, en los ovarios, en la vejiga urinaria o en el intestino. Es poco frecuente fuera de la cavidad pélvica, aunque se han descrito casos aislados de endometriosis que afecta a los pulmones e incluso al cerebro”, apunta el doctor Tesarik.

El especialista en medicina reproductiva señala que, durante la menstruación, el tejido endometrial se evacúa normalmente por vía vaginal. Sin embargo, una parte puede fluir en sentido contrario, invadir las trompas uterinas y penetrar en la cavidad abdominal.

“Inicialmente se consideraba que este reflujo era, por sí mismo, responsable de la endometriosis, pero estudios posteriores han demostrado que el reflujo endometrial parcial es un fenómeno relativamente banal que también ocurre en mujeres que no sufren la enfermedad. Hoy sabemos que el reflujo menstrual es una condición, pero no la causa principal de la aparición de la endometriosis”, afirma.

El doctor Tesarik subraya que, para que se desarrolle la enfermedad, “las células del endometrio revertidas en la cavidad abdominal tienen que pasar por una transformación profunda de sus sistemas de regulaciones intracelulares. Como consecuencia de esta transformación, las células cambian su patrón de respuesta a las hormonas procedentes del ovario y empiezan a invadir los tejidos de otros órganos con los que entran en contacto”.

En la actualidad, las mujeres con endometriosis que quieren ser madres tienen un problema añadido, pues como explica el doctor Tesarik, los tratamientos hormonales que se emplean para contener la progresión de la enfermedad inhiben la ovulación.

Un estudio de un equipo de investigadores chinos, publicado en la revista Reproductive Biology and Endocrinology, muestra que “esta transformación puede ser bloqueada por la melatonina, hormona proveniente de la glándula pineal”, detalla Tesarik.

La proliferación de las células endometriales fuera del útero provoca una reacción inflamatoria crónica, que causa dolor en el abdomen y en la región lumbar, a menudo relacionado con el acto sexual (dispareunia) o la menstruación (dismenorrea). Foto…

La proliferación de las células endometriales fuera del útero provoca una reacción inflamatoria crónica, que causa dolor en el abdomen y en la región lumbar, a menudo relacionado con el acto sexual (dispareunia) o la menstruación (dismenorrea). Foto: Sáshenka Gutiérrez

A la melatonina se la conoce coloquialmente como la hormona del sueño, pues tiene un papel muy relevante en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Esta hormona está relacionada con los ciclos de luz y oscuridad, de modo que su secreción aumenta por la noche, lo que facilita el sueño.

ACTIVIDAD ANTIOXIDANTE.

Pero, además de esta función, “la melatonina tiene una fuerte actividad antioxidante, de modo que influye en multitud de otros procesos que ocurren en el cuerpo humano”, apunta Tesarik. Entre ellos, interviene en el sistema reproductivo de la mujer.

En este sentido, el facultativo destaca que se ha observado “una mejora de la fertilidad en mujeres premenopáusicas después de la administración de melatonina”.

Otras observaciones indican, según este doctor, que niveles anormales de melatonina, por ejemplo en mujeres que trabajan por la noche, “producen irregularidades del ciclo menstrual y aumentan el riesgo de sufrir problemas de fertilidad y de resultados adversos para los bebés como nacimientos prematuros o bajo peso al nacer”.

“La relación entre la secreción de melatonina y la endometriosis se sospechaba desde hace varios años. Por ejemplo, se observó que la ablación de la glándula pineal en los ratones hacía a los animales más propensos al desarrollo de endometriosis”, comenta el especialista.

Tesarik aclara que, con los resultados del estudio publicado en la revista Reproductive Biology and Endocrinology, “hoy sabemos que la melatonina toca la misma causa de la endometriosis, bloqueando la transformación de los sistemas de regulaciones internas de las células derivadas del endometrio e implantadas en sitios ectópicos, que son los responsables de su invasividad, proliferación y diseminación”.

“Por lo tanto, bajo los efectos de la melatonina, las células revertidas hacia la cavidad abdominal durante la menstruación retrógrada dejan de reproducirse y, finalmente, desaparecen sin producir la manifestación clínica de la endometriosis”, explica.

En la actualidad, las mujeres con endometriosis que quieren ser madres tienen un problema añadido pues, como explica el doctor Tesarik, los tratamientos hormonales que se emplean para contener la progresión de la enfermedad, como los anticonceptivos orales o los análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas, inhiben la ovulación.

“Si la mujer quiere quedarse embarazada, tiene que interrumpir estas medicaciones, lo que puede deteriorar el cuadro clínico de la enfermedad”, advierte.

Por este motivo, Tesarik considera que el desarrollo de tratamientos para la endometriosis basados en el uso de melatonina “es prometedor, pues podrían permitir la discontinuación de los tratamientos convencionales que bloquean el ciclo ovulatorio, abriendo así la vía a un embarazo espontáneo sin perjudicar el estado general de salud de la mujer”.

El facultativo concluye que, en casos más complicados, el tratamiento con melatonina “se podrá combinar con técnicas de reproducción asistida para alcanzar el resultado deseado en menos tiempo y con más seguridad”.

Por Purificación León.

EFE/REPORTAJES

Frena la caída del cabello

Frena la caída del cabello

El “síndrome de Rebeca”

El “síndrome de Rebeca”